Las declaraciones de Long aparecidas el 15/10 en La Nueva Provincia son indignantes. Allí nos enteramos que le dio la mano al defensor de Colman. Pero no fue una muestra de civilidad; la mano que le dio fue una acumulación de impericias.
Los familiares de Felipe Glasman nos negamos a ir a un juicio donde quien debe representar el interés de la victima tiene a sus familiares como enemigos y no se interesa por la verdad. A pesar de ello, los abogados de Laura y Eduardo trataron de apuntalar la presentación endeble del fiscal como pudieron.
El fiscal afirma que quería llegar al juicio por afecto a Betty Sosnitsky. No se demuestra afecto empujando a alguien a cometer falso testimonio.
Es inadmisible que el Fiscal diga que quería llegar al juicio por afecto a una persona; es su deber. Su "amor" resulta funcional a ciertos grupos. La persona que hace de fiscal puede querer y odiar como le parezca, pero el funcionario tiene la obligación de investigar para llegar a la verdad y obtener justicia, y no armar al voleo algunas cosas para sacarse el fardo de encima.
Insulta a Bovino diciendo que es un borracho, a Silvestroni diciendo que es un cínico y acusa a los hijos de Felipe Glasman de vacilaciones éticas. No necesita ser un “indiecito” para bajarse del caballo, alcanza con que sea responsable.
Nadie está interesado en una venganza. Si el señor Colman es el autor material del crimen, cualquier sentencia que no sea asesinato por encargo falta a la verdad y a la justicia. Y la responsabilidad determinante será de Long.
Los familiares de Felipe Glasman nos negamos a ir a un juicio donde quien debe representar el interés de la victima tiene a sus familiares como enemigos y no se interesa por la verdad. A pesar de ello, los abogados de Laura y Eduardo trataron de apuntalar la presentación endeble del fiscal como pudieron.
El fiscal afirma que quería llegar al juicio por afecto a Betty Sosnitsky. No se demuestra afecto empujando a alguien a cometer falso testimonio.
Es inadmisible que el Fiscal diga que quería llegar al juicio por afecto a una persona; es su deber. Su "amor" resulta funcional a ciertos grupos. La persona que hace de fiscal puede querer y odiar como le parezca, pero el funcionario tiene la obligación de investigar para llegar a la verdad y obtener justicia, y no armar al voleo algunas cosas para sacarse el fardo de encima.
Insulta a Bovino diciendo que es un borracho, a Silvestroni diciendo que es un cínico y acusa a los hijos de Felipe Glasman de vacilaciones éticas. No necesita ser un “indiecito” para bajarse del caballo, alcanza con que sea responsable.
Nadie está interesado en una venganza. Si el señor Colman es el autor material del crimen, cualquier sentencia que no sea asesinato por encargo falta a la verdad y a la justicia. Y la responsabilidad determinante será de Long.
Sara Glasman y Jorge Jinkis
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