"Quien acepta el mal en forma pasiva, está tan comprometido con él como quien contribuye a perpetrarlo. Quien acepta el mal sin protestar contra él, en realidad está colaborando con él."

Martin Luther King


Ciudad de Bahía Blanca, intersección de las calles Saavedra y Villarino, 28 de agosto de 2002, casi las nueve de la noche, nuestro padre, Felipe Glasman, es asesinado.

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***1 ENTRADA NUEVA***

26-10-2010

jueves, 28 de agosto de 2008

Hoy como ayer. A seis años del asesinato de Felipe Glasman

Presentación ante la Procuradoría General de la Provincia de Buenos Aires ante el archivo irregular de la investigación del presunto coautor del asesinato de Felipe y reclamo por MAS actitudes hostiles del Ministerio Público de Bahía Blanca hacia las víctimas de este asesinato.

El siguiente es un resumen de la solicitud presentada ante la Procuraduría General de la provincia de Buenos Aires a fin de que tome medidas por el archivo irregular de la investigación del imputado como coautor del asesinato de Felipe Glasman, Javier Vidal, y por la conducta arbitraria y hostil del Fiscal General de la ciudad, Fernández, y el fiscal a cargo de la causa Glasman para con las víctimas y sus representados.

Los puntos que se reclaman como irregulares son:

1. Archivo de la investigación del posible coautor del homicidio agravado del Dr. Felipe Glasman, javier Vidal, en forma inmotivada, extemporánea y contando con elementos que permitían llevarlo a juicio, encerrándose en argumentos circulares, creencias o intuiciones de su intelecto carentes de todo elemento objetivo de convicción.

2. Tergiversación de los hechos ante la prensa a fin de sugerir que los particulares damnificados que pretendemos que se juzgue a Vidal estamos tratando de impedir que se condene al presunto autor del asesinato de Felipe Glasman.

3. Uso de declaración de Javier Vidal como único fundamento para desincriminarlo, aun cuando esta declaración es inverosímil o no coincide con otras declaraciones o hechos.

4. Invocación de los mismos testigos y declaraciones tanto para incriminar a Vidal como para desincriminarlo sin que el cuadro probatorio haya sido modificado en lo más mínimo.

5. Falta de elementos de prueba que apoyen la declaración de Vidal en tanto que desconocía las intenciones de Colman. Siendo su relato un claro intento de acomodar una versión desincriminatoria que no resulte opuesta a ciertos hechos probados.

6. Desafectación de Vidal del caso sin que se halla conducido prácticamente ninguna actividad probatoria para la confirmación –—o no— de la hipótesis delictiva.

7. Cierre de la investigación antes de que las medidas de prueba solicitadas por esta parte fueran producidas, sólo por haberse agotado el plazo de investigación y para no ser apartado de la causa por negligencia en sus funciones. Es decir, se resolvió la situación procesal de Vidal ignorando elementos de convicción considerados necesarios.

8. Incumplimiento del deber funcional de ordenar el archivo en cuanto los elementos de convicción le impidieran avanzar hacia una acusación, o de elevar el caso a juicio en cuanto hubiera elementos. Según el fiscal departamental Fernández --criterio que no compartimos--, la declaración de Vidal ante el fiscal Long y la jueza, prácticamente un año atrás, demostró que no había elementos de prueba. De modo que, según el criterio de Fernández, los requisitos para archivar estaban dados con mucha anterioridad a la fecha en que el archivo fue efectivamente ordenado.



Más actitudes hostiles y violatorias de los derechos de las víctimas por parte del fiscal Long con el consentimiento de su superior, el fiscal general Fernández.

1. Haciéndose eco de las opiniones sin fundamentos probatorios del fiscal Long y de su misma actitud hostil, el fiscal general niega a las víctimas el pedido de impugnación de la decisión de archivar la investigación de Vidal con el siguiente argumento arbitrario, insultante, y ajeno a la ley y el derecho:

“… máxime cuando en determinados casos, el particular damnificado se identifica con alguna de las personas sobre la que se sospecha de algún grado de participación en el hecho.”

2. En la única reunión celebrada entre los fiscales Long y Fernández con el Sr. Eduardo Glasman, el Fiscal long informó a Eduardo Glasman que no recibiría a su apoderado porque le resultaba un maleducado. Así, el fiscal Long, esta vez de manera frontal y en presencia de su superior Fernández, una vez más, advirtió a Eduardo Glasman no podría ejercer sus legítimos derechos de jerarquía legal y constitucional por su puro capricho.

3. El fiscal Fernández no sólo permite que se le diga al hijo de la víctima que no accederá al expediente a menos que saque del juego a uno de sus apoderados. Fernández también le dijo al Sr. Eduardo Glasman, cuando le preguntó por qué razones Long los investigaba, que debían entenderlo, porque Long veía fantasmas por todos lados. En una palabra, admitió que Long estaba afectado mentalmente de modo que estaba en juego su objetividad en la causa. Sin embargo, no ha tomado medida alguna para remediar este hecho de consecuencias catastróficas para la causa y para las víctimas.

4. También es un hecho gravísimo que Long le mintiera al Sr. Eduardo Glasman respecto de que él no había afirmado que a la Dra. Nidia Moirano le pagaba —hasta el año pasado— la Asociación Médica, y frente a su superior jerárquico, cuando es de público conocimiento que el fiscal Long afirmó ese hecho absolutamente falso no solo a los miembros de la familia Glasman, sino, además y especialmente, a todos los medios de prensa.

Entendemos que la actitud de ambos fiscales de atacar, directa o indirectamente a las víctimas con medias verdades, que se constituyen en verdaderas mentiras, son ética y legalmente reprochables, máxime si importan una actitud que destruyó la concordia familiar y generó a las víctimas innumerables padecimientos.

Vea extractos de la presentación aquí.


El fiscal Long se ha adueñado ilegítimamente de la causa Glasman, y ha tergiversado el objetivo de su intervención funcional como órgano perteneciente a la administración de justicia. Usa la investigación de la muerte de Felipe Glasman con fines ególatras, y para dirimir cuestiones personales e institucionales con sus diversos actores. El fiscal Long no es quien se acuesta todas las noches sabiendo que su padre, esposo o hermano fue asesinado en un hecho mafioso. Tampoco tiene que vivir con al idea de que la posibilidad de realizar justicia está en manos de un sujeto a quien su propio jefe tilda de paranoico y que impide cualquier control de su gestión por parte de los afectados.

Las verdaderas víctimas del asesinato del Dr. Glasman queremos al fiscal Long y a su ego fuera de nuestras vidas y exigimos:

El juicio transparente, sin dilaciones, a los todos imputados por su asesinato.
La prosecución de todas las líneas de investigación, incluyendo las abandonadas sin justificación alguna.
El cese de las violaciones a nuestros derechos como víctimas.
El acceso a los legajos que se mantienen fuera de nuestro alcance por animadversión irresponsable del fiscal.
El cese de la conducta autoritaria, ilegal y lejos de toda objetividad del Ministerio Público bahiense.


¡Verdad y Justicia!

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